Aunque hoy en día todo mundo invita y aconseja a los demás a ahorrar energía, hay un concepto que resulta todavía mejor no solo para el medio ambiente, sino también para los usuarios: la eficiencia energética.

De acuerdo con la Agencia Chilena de Eficiencia Energética, ser energéticamente eficientes, significa reducir la cantidad de energía y de combustibles que utilizamos, conservando la calidad y el acceso a bienes y servicios.

Usualmente dicha reducción en el consumo se asocia a un cambio tecnológico, ya sea por la creación de nuevas soluciones –que incrementen el rendimiento de los artefactos– o por innovaciones en los diseños de máquinas y espacios habitables, que pueden disminuir la pérdida de energía por calor.

Sin embargo, una mejor gestión de los recursos energéticos –o cambios en los hábitos y actitudes de consumo– también pueden conducirnos a ser eficientes y no solamente ahorradores.

Ahorrar energía o ser eficiente

Ahorrar energía implica reducir o dejar de realizar determinadas actividades para evitar su consumo, mientras que ser eficiente significa realizar la misma actividad u obtener el mismo servicio con menos recursos energéticos; por ejemplo, reemplazar la vieja bombilla incandescente con una lámpara de bajo consumo es incrementar la eficiencia en iluminación.

Usar la energía de manera eficiente trae beneficios en distintos niveles, nos permite realizar todas nuestras actividades y ahorrar dinero, pero también aumenta la seguridad de abastecimiento del recurso de un país y reduce su vulnerabilidad por dependencia de fuentes energéticas externas; mientras que en lo ambiental, ser eficientes aminora la emisión de gases contaminantes y el impacto de estos en la atmósfera y la salud de los habitantes del planeta, entre muchos otros beneficios.

Si bien es cierto que muchos gobiernos y empresas hacen grandes inversiones en materia de eficiencia energética, también lo es que el camino hacia este fin se encuentra formado, más bien, de pequeñas acciones que comienzan en los hogares, generando nuevos hábitos.

Algunas medidas a este respecto, recomendadas por la Agencia Chilena de Eficiencia Energética, son las siguientes:

• Al escoger un artefacto, considera la información contenida en la etiqueta de Eficiencia Energética.
• Es recomendable usar la lavadora o secadora con su carga máxima.
• Al planchar, acumula una determinada cantidad de ropa. Planchar piezas por separado consume más energía.
• Apaga y desenchufa los aparatos eléctricos que no estés usando. Desconecta los aparatos eléctricos en las noches. Cuando quedan conectados, igual están consumiendo energía.
• Cuando tu celular esté cargado totalmente, desenchufa el cargador. Si lo dejas conectado, sigue consumiendo energía.
• Mantén tu computadora en modo ahorro de energía y apaga la pantalla cuando no la estés utilizando.
• Reúnete en familia para ver televisión. Si están cada uno por su lado, desperdiciarán tiempo de convivencia y energía.